Tarima flotante: conócela a fondo

Empecemos por la definición, ¿qué es una tarima flotante? Es un pavimento de madera o imitación a esta que se coloca sobre una solera de mortero de cemento (pero no directamente, sino sobre una superficie normalmente plástica), y sin clavar ni pegar a la misma. Aunque hay problemas con los términos que se usan en distintos países, e incluso en distintas provincias, no debe confundirse con el parqué, que aunque es similar, la colocación y la composición son completamente distintas.

tarima flotante colocacion

Existen varias formas de clasificar los distintos tipos de tarima flotante, dependiendo de su composición, de su dureza, o de su utilización.

1.- Tarimas flotantes según su composición:

Existen tres tipos de tarima flotante: de madera maciza, de madera rechapada, y laminada.

1.1.- Tarima flotante de madera maciza

seccion de tarima maciza
Como su propio nombre indica, está formada por una sola pieza de madera, de entre 10 a 22 mm de espesor. La totalidad de la pieza se construye con la madera que va a quedar a la vista, por eso es la más cara de todas .

1.2.- Tarima flotante de madera rechapada

Se compone de varias capas, desde la parte inferior a la superior: Una base de estabilización de unos 2 mm de espesor, un cuerpo de madera de pino, chopo o abeto, de unos 10 a 15 mm, y una capa superior o de uso de madera noble, de unos 2 a 4 mm, que se puede lijar y barnizar. Pese a llevar una capa de madera noble en su parte superior, no es tan cara como la tarima maciza, pero sí que la tarima laminada.

1.3.- Tarima flotante laminada

capas de tarima flotante laminadaSe compone de las siguientes capas, desde la parte inferior a la superior: Una capa plástica aislante de humedad, una capa que da consistencia, normalmente hecha a base de sucedáneos de madera y aglomerados, de unos 6 a 11 mm de grosor, la llamada ilustración o capa imitación madera (que no es de madera), y una capa protectora, resistente a rayaduras y golpes.

2.- Tarimas flotantes según su dureza:

Volvemos a tener varias clasificaciones según su composición. Respecto a la tarima maciza existen varios métodos, pero el oficial es el Monnin, recogido en la norma UNE 56-534. También es muy conocidos y usados los método Brinnell y Janka, que son similares. El método Monnin consiste en aplicar una fuerza de 100 kg/cm con un cilindro de acero sobre la madera. Hay que tener en cuenta que las maderas no son igual de duras en el centro del tronco que en la parte exterior. Ordenadas de menos a más dureza estarían las siguientes maderas:

  • Abedul – 2,2-2,7
  • Haya – 2,7-3,7
  • Roble – 2,9-3,7
  • Cerezo – 3,0-3,2
  • Iroko – 3,2-3,8
  • Arce – 3,2-4,2
  • Wengue – 4,3-5,5
  • Jatoba – 7-7,7

Respecto a la tarima laminada se hace el ensayo marcado por la normativa EN 13329 en Revestimiento de suelos laminados, y consiste en un test de abrasión en el que se somete a frotado con un rodillo con lija, hasta que se daña la capa decorativa o ilustración. En este caso están ordenadas de menor a mayor resistencia:

  • AC1 – 900 vueltas
  • AC2 – 1800 vueltas
  • AC3 – 2500 vueltas (uso normal, vivienda)
  • AC4 – 4000 vueltas (uso elevado, locales)
  • AC5 – 6500 vueltas (uso intensivo, bares)
  • AC6 – 8500 vueltas

3.- Tarimas flotantes según su utilización:

Según su utilización, la clasificación sería la siguiente (otra vez de menor a mayor resistencia):

  • 21, 22, 23 – Moderado, normal, intensivo (residencial)
  • 31, 32, 33 – Moderado, normal, intensivo (comercial)

 

Espero que estos datos os hayan ayudado a conocer más sobre los suelos de madera, y podáis darles la chapa a vuestros cuñados, o al menos poder discutir con el carpintero que os está cambiando el suelo de vuestra casa con algo de conocimiento.

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