He de reconocer que me ha costado un mundo escribir este post. He preferido dejar pasar tiempo para meditar lo que quería escribir, antes que precipitarme para ser de los primeros en publicar, pero dejar un batiburrillo de ideas que ni yo mismo tenía claras. Por eso, el tema del post es algo antiguo, aunque mi opinión es la misma.
Aún no sé si el movimiento de Montblanc de fichar a Marc Hewson para diseñar su nueva línea de escritura Montblanc M me parece un suicidio y un atentado al clasicismo que siempre ha demostrado la firma de la estrella, o una genialidad para, aprovechando el tirón de los productos de Hewson para Apple y otras empresas (su diseño para el Sub de Heineken me parece espectacular), intentar conseguir parte del nicho de mercado de la gente joven que no usan plumas o bolígrafos Montblanc. Tanto si es por lo primero como por lo segundo, me parece que, aunque espectacular, no es una estrategia que les vaya a hacer cambiar su volumen de ventas o su apreciación entre sus clientes (y no clientes).
Siempre he sido un apasionado de los productos de Montblanc, desde que veía a mi padre escribir con su Meisterstuck clásica dorada y negra. Y una de las cosas que me engancha es ese aura de clasicismo que envuelve a Montblanc. No necesita alardes tecnológicos ni utilizar materiales preciosos para mantener ese aura de exclusividad que siempre les ha envuelto. Incluso el modelo Starwalker, que con su extremo de resina transparente en el que flota el emblema de Montblanc, con su salto en el uso de los materiales podría considerarse un alarde de modernidad, no deja de tener ese aspecto clásico que me encanta.
Mi impresión es que eso se ha perdido con la línea diseñada por Marc Hewson. No dudo se que él es la persona perfecta para plasmar lo que le han pedido: un diseño moderno, limpio y fluido, como todos los que le han caracterizado para las distintas compañías para las que ha trabajado. Pero no puedo evitarlo, no me gusta. Espero que esta sea la única línea de Montblanc que tenga ese aire «moderno», porque de lo contrario habrá perdido gran parte de su espíritu.
Por cierto, mi modelo favorito, sin duda la Meisterstuck Solitaire Tributo al Montblanc Classique. A ver si alguien me la regala… 🙂
